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Finish line

Siempre me ha fascinado el fenómeno de planificar. Todo lo que hago en mi vida lo decido y ejecuto pensando en el paso siguiente, habiéndome la pregunta « ¿A dónde me está llevando esto? ¿Para qué me sirve?». No sé si es una costumbre adquirida de trabajar muchos años en planificación logística o si vino conmigo, la cosa es que hoy ya forma parte de mí. Soy una persona sumamente orientada a trabajar por objetivos y no me gusta hacer cosas que no tienen una meta clara, de hecho he descubierto que soy muy orientada al logro. Con eso vine a esta clase.

Siempre he tenido la costumbre de maquinar mentalmente esos árboles de decisiones intuyendo, más que otra cosa, cuál era el entorno, la visión y las oportunidades en cada una de las decisiones. Por eso me gustó que en esta materia vimos varias herramientas que sirven para planificar de forma estructurada. Ya las había visto todas en alguna u otra oportunidad, bien en una clase o algún proyecto, sin embargo creo que me voy con la certeza de saber para qué sirve cada una de ellas y cómo aplicarlas: la DOFA, el análisis de fuerzas de Porter, el Balanced Scorecard y la influencia que tiene la cultura organizacional y el liderazgo sobre la toma de decisiones. Eso me llevo.

¿Qué mejoraría? Dos cosas básicamente:

  1. Establecer claramente desde un principio cuál es el cronograma de actividades.
  2. Ver un poco más de teoría y que no dependa 100% del enfoque que quiera aportar el grupo que explonga.

En general sigo creyendo que todo el mundo debería aprender sobre planificación y tratar de aplicarla a todos los aspectos de su vida.

 

El marco lógico, la pega que lo une todo

El marco lógico es una herramienta para la planificación por objetivos. Sintetiza en una matriz de objetivos e indicadores la ejecución de un proyecto. Es una manera de pensamiento.

Según el BID el marco lógico “[o]frece herramientas para la  conceptualización, el  diseño, la  ejecución, el  seguimiento del desempeño y la evaluación de proyectos. Su objetivo, es darle estructura al proceso de planificación y comunicar la información esencial sobre un proyecto”.

El marco lógico se aplica busca esquematizar la información bajo la siguiente estructura:

Los recuadros en la parte de debajo de la gráfica son las cuatro etapas que hay que desarrollar en un proceso de planificación, y se nutren a su vez de otras herramientas. Por ejemplo:

El análisis de los involucrados o stakeholders, puede ser llevado a cabo mediante el estudio de las cinco fuerzas de Porter. Ahí describimos cuáles son los focos de poder en la toma de decisiones y por tanto a quiénes hay que contemplar dentro de la planificación.

El análisis de problemas busca diagnosticar la situación actual, para ello podríamos emplear bien un árbol de problemas o una matriz DOFA, para así tratar de entender de dónde partimos.

El análisis de objetivos quiere dar soluciones a los problemas planteados y trazar la ruta hacia la situación deseada. Esto podría realizarse con un Balanced Scorecard ya que ésta nos muestra la interconexión entre las acciones, los indicadores y el cumplimiento de la misión de la empresa; ella misma nos servirá después para hacer la auditoría del avance que se lleva.

El análisis de alternativas trata de adelantarse a las consecuencias de cada una de las acciones planteadas. Lo ideal es hacer un árbol de objetivos como consecuencia del plan a ejecutar, para entender dentro del contexto anteriormente descrito cuáles son las consecuencias y riesgos de tomar esa ruta.

 

Este sistema ha sido muy exitoso en ayudar a planificar muchísimos proyectos y se dice que actualmente es el método más utilizado para este fin.

 
 

La planificación estratégica

Según Murdick (1994) la planificación significa “decidir con anticipación lo que hay que hacer, quién tiene que hacerlo y cómo deberá hacerlo”. Por su parte, Jiménez (1982) dice que “es el proceso de toma de decisiones para alcanzar un futuro deseado tomando en cuenta la situación actual y los factores internos y externos que pueden influir en el logro de los objetivos”. (fuente aquí)

Para mí la planificación estratégica es trazarse un objetivo claro, desglosable y medible, y luego diseñar el plan de acción para alcanzar la meta. Para hacerlo es necesario entender el entorno, la posición actual de la persona u organización que planifica, y sus capacidades. Con eso claro se traza el mapa y los indicadores que nos dirán si las acciones ejecutadas efectivamente están teniendo el impacto que esperábamos.

Creo que la planificación es una actividad muy útil e importante, y que debe ser incorporada a todos los niveles de toma de decisiones, tanto en lo personal, lo profesional y en todo tipo de organizaciones: empresas, ONGs y gobiernos.

Tener claro a dónde se quiere llegar y tener en mente cuál es el próximo paso es, para mi, la clave del éxito sostenible.

 
 

Yo

Misión: ser feliz.

Visión: ser una profesional exitosa, con una vida familiar y social grata.

Valores: amor, amistad, respeto, responsabilidad, libertad, lealtad, tolerancia.

 
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Publicado por en junio 10, 2012 en Uncategorized

 

Toma de decisiones empresariales

Muchos han elaborado teorías sobre la toma de decisiones, de hecho, la ciencia económica se ha enfocado en explicar desde hace más de dos siglos qué lleva a los seres humanos a elegir de una manera u otra, bajo un contexto en el que los recursos son limitados. La microeconomía racional, las teorías del equilibrio general y la teoría de juegos son algunas de las explicaciones que han sido ofrecidas.

La elección es un elemento central en la vida del hombre, es lo que le da sentido a su libertad como individuo: el poder de decidir. Siendo así, es de esperar que la de toma de decisiones sea también un elemento clave en todos los procesos humanos como lo son las organizaciones de trabajo. El enfoque presentado en clase se enmarcó en la importancia de la identidad de la organización, la del tomador de decisiones y el liderazgo que este último puede ejercer dentro del proceso de toma de decisiones en una empresa. Esto porque usualmente no existe la toma de decisiones objetivas, siempre estamos inmersos en algún contexto, tenemos un punto de vista y un sistema de valores y creencias que nos orientan hacia criterios bien establecidos.

La identidad de una organización se resume en su “quiénes somos”: misión, visión, valores y objetivos, que expresa de forma muy clara y concisa quién es la organización, hacia dónde se dirige y qué problema busca resolver. Se dice que lo ideal es que el(los) tomador(es) de decisiones –bien sea el emprendedor o gerente(s)- esté alineado con la identidad de la empresa ya que ésta, aunque tiene personalidad jurídica propia, no puede tomar acciones por sí misma. Él es la personificación de la empresa para los efectos prácticos y es él quien llevará, con sus decisiones, a la empresa por el camino a su meta.

Asimismo, el tomador de decisiones que pone en práctica los valores de la empresa genera una manera de trabajar en la organización; por lo general primero sucede de forma empírica y luego se institucionaliza. Este conjunto de tradiciones y costumbres se convierte en la “cultura organizacional” de la empresa, la misma urge a todo el que entra a trabajar de cierta manera. Es estratégico que ese proceso de maleamiento se encargue de alinear a todos los individuos que componen la organización hacia el cumplimiento de la misión objetivo.

Por otra parte los líderes pueden acentuar este proceso, predicando con el ejemplo y sentando bases de lo moralmente aceptado o rechazado dentro de la organización, y a su vez está en la posición de involucrar a los participantes, empoderándolos y motivándolos a hacer de la misión de la organización la suya propia. Las organizaciones que logran alinear los objetivos de todos sus miembros suelen ser muy exitosas en alcanzar su misión y visión.

Concluyo de todo esto que ninguna organización debe tomarse de forma trivial su identidad, ni tampoco el trabajo de alineamiento que hay que hacer para sumergir a los integrantes de la misma en una visión clara. En pocas palabras, si sabes a dónde quieres ir el resto es ver cómo llegas ahí.

 
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Publicado por en junio 10, 2012 en Cultura Organizacional

 

El poder de las alianzas

La competencia es el santo grial de la economía de mercado, y esto tiene una razón muy clara: de acuerdo con la teoría microeconómica éste es el sistema que potencialmente ofrecerá a los consumidores la mayor variedad y calidad, a los menores precios posibles, traduciéndose esto en más gente contenta de donde se podría inferir bienestar social.

Sin embargo en los mercados la competencia entre titanes puede ser devastadora para los consumidores, ya que ellos –desagremiados como suelen estarlos- no tienen poder alguno y deberán enfrentarse al posible conjunto de estrategias de una guerra entre competidores. Podemos poner el ejemplo de Coca Cola vs Pepsi en Venezuela en la década de los noventa cuando la alianza Cisneros-Coca Cola hundió a Pepsi de la noche a la mañana tras vender la planta y toda la red de cambiones para la distribución.

Tal y como explica la teoría de juegos con el Dilema del Prisionero, las empresas obtienen menores pagos esperados cuando ambas deciden no cooperar –aunque este sea el equilibrio de Nash- que si decidieran hacerlo. De allí sale la propuesta de la coopetencia, del potencial incremento de los pagos esperados si ambos jugadores cooperan. Ejemplos clásicos de la coopetencia son las cámaras industriales y la OPEP. Todas estas organizaciones han descubierto que establecer vínculos disminuyen los costos de información del mercado, y que se pueden beneficiar de trabajar en bloque.

El planificador de una empresa determinada debería hacer el estudio de fuerzas de Porter y estar en la capacidad de generar un cluster de empresas aliadas que le ayuden a generar economías de escala que los beneficien a todos.

 
 

Balanced Scorecard

Los siguientes vídeos, aunque poco estéticos, dan una buena explicación sobre qué es el BSC:

En general, podemos decir que es una herramienta que se encarga de articular la visión y misión estratégica en acciones concretas de la operación del día a día. Para ello se traza un plan estratégico (línea de acción para alcanzar el objetivo) e identifica qué indicadores podrían aportar información sobre el avance de dicho plan.

Creo que es una herramienta de auditoría y gestión que tiene más sentido en empresas medianas o grandes, como P&G, en donde el progreso de las diferentes áreas de trabajo está muy distante del gerente o tomador de decisiones y por lo tanto necesita de indicadores para comprender cuál es la realidad  de ésta.

Por su complejidad de medición, las empresas incipientes no la utilizan, lo usan algunas empresas en etapa de crecimiento pero sobre todo pareciera que es una herramienta natural de las empresas en etapa de madurez, ya que sólo entonces se sabe que la empresa está estable y lo que necesita es seguimiento.

 
 

Notas sobre el Plan de la Nación ’07-13

El Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007-2013 es un documento vago y mal escrito que pareciera mezclar alguna novela latinoamericana trasnochada de mitad de la década de los sesenta y un diccionario de sinónimos y antónimos ensamblada con una sintaxis que deja mucho que desear.

Creo que fue utilizada como una estrategia para mantener las aguas lo más turbias posible. Como quien lee el horóscopo del día anterior cualquier venezolano podría leer este documento y conectar puntos que reflejen aquellas letras ambiguas, sin embargo una herramienta de planificación debería revelar con claridad desde el momento cero cuáles son los pasos a seguir.

Me incomoda que esté minado de indicadores intangibles como “la ética revolucionaria” o “la democracia protagónica revolucionaria”. Primero porque ninguno tiene sentido como concepto concreto, segundo porque cualquier libro de metodología te dirá que mientras más adjetivos y adverbios contenga un texto menor es su grado de objetividad, y este texto está enfermo de ese mal; esta ambigüedad deja muchos cabos sueltos que dan paso a la interpretación y a la discrecionalidad.

A pesar de todo me sorprende la claridad con la que desarrollan las estrategias y políticas, que si bien en 2007 no quedaba claro a qué se referían, es evidente que quienes redactaron el documento sabían muy bien desde esa fecha qué camino tomarían.

Me parece que como la gran mayoría de los enfoques políticos latinoamericanos, y especialmente venezolanos del siglo XX, está enfrascado en la mentalidad “del cambio por el cambio”, esa que cree que los problemas de las sociedades son semánticos y no culturales, de legislación o de libertades. Es otro soldadito que vino “a poner mano dura, porque esa es la única manera de echar pa’alante”, subestimando al ciudadano y a sus derechos.

Demás queda decir que estoy en desacuerdo con el modelo de desarrollo planteado en esta visión ya que pondera la justicia y la equidad social por encima de la libertad individual. Simplemente no está alineado conmigo, reconozco que hace falta nivelar las oportunidades y las competencias pero no creo que pueda, ni deba, existir una sociedad en la que todos sean iguales. Me da escalofríos pensar en un mundo como 1984.

 
 

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Fuerzas de Porter y su Valor Compartido

En nuestra cajita de herramientas para hacer planificación estratégica no puede faltarnos la visión del Dr. Micharl Porter de la Escuela de Negocios de Harvard. Principalmente se compone de dos pilares: el análisis de als fuerzas de mercado y, más recientemente, su propuesta de valor compartido.

Análisis de 5 Fuerzas de Porter

Consiste básicamente en hacer un análisis de los stakeholders y qué efecto causan sobre la empresa en análisis. Podemos resumirlo en la siguiente gráfica:

 Es una evaluación de carácter fundamental, que si bien puede ser alimentado con indicadores objetivos como por ejemplo índices de concentración de los mercados relevantes en los que participa la empresa (competidores, proveedores y clientes) tiene más de arte que de ciencia. Es un análisis instintivo.

Por otro lado tenemos la propuesta de valor compartido que trajo el Dr. Porter en compañía de Mark Kramer al foro de debate académico y empresarial el año pasado. Tuve la oportunidad de asistir a una videoconferencia con Porter y éstas son parte de las reflexiones que escribí al respecto:

A continuación les presentaré mi síntesis/reflexiones de la videoconferencia Creando Valor Compartido: la nueva propuesta estratégica de Porter.

Desde que se tiene cuenta, el Capitalismo ha sido ampliamente difamado. Sí, sé que esta mera frase acaba de cambiar la entonación, percepción y hasta la postura corporal de quienes están leyendo, pero continuemos.

El Capitalismo se refiere al sistema económico que dispone de la propiedad privada como piedra fundamental de la producción. Sin embargo, antes de que algún historiador acuñara el término ese había sido el orden de las cosas, la producción y venta privada o particular al servicio del público. Pero para evitar connotaciones impresas por años de literatura de izquierda es más sencillo conversar, como el señor Porter, en términos de «negocios».

Y la cuestión que Porter vino a hablarnos de la importancia de la creación de Valor Compartido en los negocios. El Dr. Porter comienza proponiendo la siguiente premisa: los negocios son las únicas instituciones en la sociedad capaces de crear valor, los gobiernos administran la Política Pública, las ONG ayudan en áreas de interés social, pero la empresa es quien tiene la capacidad de tomar un insumo y convertirlo en otra cosa, vendible, al imprimirle trabajo; es mágico. Sin la existencia de las empresas y su inherente proceso de innovación, nadie cobraría sueldos ni impuestos, y el mundo en general entraría en un proceso de estancamiento -¿suena conocida, Venezuela?-. Los negocios son la fuente creadora de bienestarsostenible.

Prosigue proponiendo que quienes hacen negocios siempre han intentado ayudar a los menos afortunados, y bosqueja un modelo de madurez de la conciencia social de las empresas que va de la siguiente manera:

  • Al principio, lo más intuitivo es la filantropía, incontables cantidades de dinero donadas a causas benéficas. Y no es mala, es bastante bondadosa y ayuda muchísimo a los casos de emergencia, pero ya todos estamos de acuerdo con que regalar el pescado no es suficiente, hay que aprender a pescar.
  • Segundo, la cultura corporativa se reconoce como la fuente  de riqueza y nace la Responsabilidad Social Empresarial. En algunos Estados más coercido que en otros, mas surge la idea de que la empresa tiene la capacidad de generar bienestar en su comunidad mediante el uso de sus utilidades. No obstante, afirma Porter, esta dinámica es de poco impacto social ya que es demasiado desfragmentada y en muchos casos aleatoria. Como diría el economista Jeffrey Sachs, «no ayuda a los más pobres entre los pobres a salir de la trampa de la pobreza»
  • Ahora, continúa el autor, comienza una nueva etapa en la manera de hacer negocios con conciencia social: la creación de Valor Compartido, que consiste en replantear la forma de producir, no pensando en vender a toda costa, sino en cómo afecta el consumo al bienestar de quienes lo adquieren. Suena ligera la sugerencia, pero cambiaría radicalmente la manera en laque operan los mercados de hoy.

El Dr. Porter plantea una nueva concepción del «negocio», mediante el cual la empresa privada atiende a las verdaderas necesidades sociales –no busca crear necesidades efímeras- y afecta positivamente las vidas de quienes consumen su producto, y si el mismo es insumo de un producto secundario se genera un círculo virtuoso en el entorno de la empresa. Estamos hablando de un cambio de paradigma, a lo que en mi cabeza etiqueté como «Capitalismo Social»; es tomar las ventajas del Capitalismo contemporáneo –que incluye todas las regulaciones y tratados correctivos que ha aportado la economía política- y utilizarlo como catalizador del desarrollo.

Este «Capitalismo Social» es el único capaz de crear empleos y bienestar, así como de dar sostenibilidad a la resolución de problemas sociales, no porque yo sea una defensora a ultranza, sino porque es el modelo que genera los incentivos necesarios como para que las personas se dediquen a tiempo completo a resolver necesidades no satisfechas de manera eficiente y en constante reinvención.

« [El desarrollo] no puede ser algo que se deja para hacer el sábado en la mañana»

Michael Porter

 

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Matriz DOFA y sus estrategias

La matriz DOFA es una herramienta sencilla pero poderosa, y altamente introspectiva; si el planificador la usa con la mayor honestidad posible, haciendo frente a sus sesgos personales de sobreestimar sus acciones, puede revelar áreas de oportunidad que pueden ser aprovechadas, revelar áreas de riesgo que deben ser gestionadas, fortalezas que se pueden potenciar y debilidades que hay que mejorar.

El razonamiento consiste en construir un cuadro de dos entradas que combine el análisis interno y externo con aspectos positivos y negativos. Se resume en una gráfica como la siguiente:

Con esta información el tomador de decisiones puede saber en dónde está parado, qué le falta por explotar y qué debe mejorar, qué es lo que está haciendo bien y qué está haciendo mal. Con esto el mismo puede diseñar estrategias que empoderen las fortalezas aprovechando las oportunidades, minimicen las debilidades y amenazas, etc. Esto se hace de la siguiente forma:

Parece simple pero requiere un proceso de reflexión importante de quien lo construye pues es un ejercicio de desnudez y de ver en el espejo, habrá cosas que nos gustan y otras que no. Es muy utilizado en las empresas sin importar su sector ni escala, no solamente para la toma de decisiones de la empresa sino para evaluar a sus empleados y cotejar qué tan conscientes están de sí mismos y su desempeño dentro de la organización.

PD: si quiere ver un video explicativo haga click aquí

 

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